Violencia
ya, son mis miedos
lo absoluto entre mi mente y mi visión
el universo sabe el rango
de mi teatro mental
y es finito y pequeño
sube a la loma y embiste
en ritmo desangrado
arcos en paz igual hieren
espejo de otro iris
epicentro que suelta la ola
silenciosa la danza del objeto
y la rosa y el tiempo otorgado
a mirarla a gotas
lamerla y escupirla
sin tener idea de lo bella que es
Coco Martin (Lima, 1965)

Coco Martin cambia de vida, profesión, piel y oficio cada tres o cuatro lustros, en ciclos involuntarios de reinvención ante la mortalidad; tal vez para tener la ilusión de vivir más de una vida en su tiempo. En Lima, fue un niño arquitecto aplicado, luego fue fotógrafo, profesor y paseante del cuarto oscuro; en Nueva York es escanógrafo, corrector de estilo y, en la calle, un fabricante de imágenes. Un nómade conceptual disfrazado de letras y de imagen en movimiento. Su pasión por observar, y absorber, es el hilo conductor.