
Jacqueline Loweree nació en los Estados Unidos. Creció en México. Orgullosamente es de Ciudad Juárez en México. Es fronteriza de origen y ahora neoyorquina por adopción. La vida la ha llevado a muchos destinos y esa inestabilidad geográfica ha inspirado los versos que escribe. Estudió antropología y sociología consiguiendo una maestría. Así impulsó una carrera basada en números, investigaciones e información. Actualmente ejerce en el campo de impacto social colaborando con organizaciones, fundaciones y corporaciones de un eje comunitario. Pero como antropóloga, latina y bipolar los misterios de la cultura, el arte y las palabras le apasionan. A través de su experiencia ha aprendido que la poesía y la bipolaridad están entrelazadas, coexisten simbióticamente, son una para la otra. Ella escribe para olvidarse de su trastorno y recuerda su trastorno para poder escribir. Y a través de los versos, y con su valentía de abrirse públicamente a pesar del fuerte estigma contra su padecimiento, Jacqueline se ha convertido en una defensora de la salud mental, de la comprensión, de la compasión y del amor.
Jacqueline piensa que la vida no es ordinaria sino es extraordinaria. Pero no la alcanzamos a apreciar porque estamos cegados. A ella la poesía le arranca la venda de los ojos.
Muy bonito! Muy apropiado para estos tiempos en los que nos encontramos.