La barda vecina
La ciudad suena lejos los domingos.
El reposo en casa,
despertar más tarde que de costumbre,
caminar por el barrio,
me aproximan al entorno cotidiano
más que a la urbe y sus agitaciones.
Miro la barda vecina:
blanca, llovida, agrietada.
Es como descubrirse en la barba una cana fresca
continente de toda vejez.
La barda manchada, raída, ignorada,
exhibe de súbito los años vencidos.
De pronto un claxon o un motor aéreo
rasgan la contemplación.
Con ruido vehemente
la ciudad acelera su despertar.
La barda ya no es testimonio del tiempo,
es de nuevo tan sólo
un muro más.

Jesús Nieto Rueda vive en la ciudad de México donde se dedica a la paternidad, la docencia y la escritura. Se ha desempeñado como profesor de la escuela de diseño INBAL, el Tecnológico de Monterrey, entre otras instituciones. Estudió sociología en la UNAM y se doctoró en Literatura Comparada en la Universidad Autónoma de Barcelona.
Ha publicado el poemario Memoria Itinerante.